miércoles, 10 de julio de 2013

Juan Carlos Romero sobre la muestra IMPREVISIBLES (2005), Galería Caja de Arte

A la manera del Tao se podría decir que los artistas necesitan tanto de lo previsible como de lo imprevisto. Algunas herramientas de trabajo están construidas a partir de la experiencia y seguramente van a dar resultados que se acercan bastante a lo conocido, casi sin sorpresas. Pero si se usan los elementos en forma aleatoria, sin tener en cuenta ningún código de procedimiento y a través del azar y el accidente, los trabajos se irán internando en mundos desconocidos y misteriosamente poéticos. Y es allí donde no se respeta ninguna esencia de las cosas y contraviniendo todo dogma, el artista ingresa en un espacio lleno de sutilezas que van a alterar el valor de lo conocido.

Indefinición, imprecisión, profundidad y oscuridad son las cualidades que se presentan en los trabajos de Maria Rosa Andreotti. Observando cada uno de ellos, mas allá de los soportes que pueden ser papel o textil, se irán descubriendo nuevos territorios que auguran la presencia de otras esencias de las cuales se va a extraer que siempre serán espacios del vacío. Allí, en ese mismo lugar, está su valor original.

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